Por: Dagmar León Monserrate
INTRODUCCIÓN
“Fue
traspasado por nuestras rebeldías, triturado por nuestras culpas. Por
sus llagas hemos sido curados” (Is, 53).
Esta frase en si basa
todo lo que la película nos quiere relatar, el sufrimiento, pasión,
misericordia que Dios tuvo con nosotros al entregar a su único hijo Santo y
poderoso.
¿Por qué esta noche es
distinta a todas las noches? Esta frase es la que más impacta en la
película y la respuesta María Magdalena es lo que llama la atención “Porque
antes éramos esclavos y ya no lo somos”.
Al ver al actor quien
interpreta a Jesús quien murió por nosotros para ser salvos y que nuestros
pecados sean perdonados, lo primero que se viene a la mente dependiendo de tu
creencia, si creen en Dios sentirás un remordimiento y mal por ser un mal hijo
culpándote por tus pecados. En la película podemos ver la naturaleza humana como un hombre diferente
a nosotros en espíritu, daría la vida
por nosotros y aunque es el hijo de Dios ruega al Padre para que le libre de
esos padecimientos.
En este ensayo no solo
podrán apreciar el sufrimiento de Jesús al morir por nosotros, sino el dolor o
el sentimiento que sentimos a revivir ese momento por intermedio de una
película o al leer la biblia.
A veces las personas se
basan en lo material sin ver lo importante que es la vida y que al preocuparse
más por lo no significante se llega a sufrir por conseguir cosas que lastiman
el alma. Cuando
uno se centra en algo exclusivo para conseguir placer, la parte psíquica nos
hace consciente de esas sensaciones reportando un desgaste excesivo.
DESARROLLO
En la
Biblia dice en el libro del Profeta Isaías: “El Señor Dios me ha dado lengua de
discípulo para dar al cansado una palabra de aliento” (Is 50,4). De esta frase
cogeremos una palabra “aliento” ya que va relacionado con el sufrimiento,
necesitamos aliento cuando sufrimos, cuando lloramos, cuando sentimos.
En
primer lugar, hay que distinguir entre “dolor” y “sufrimiento”. Aunque en
repetidas oportunidades los utilicemos como sinónimos la verdad no tienen cosas
en común. El dolor es lo que sentimos que cada persona vivimos en el proceso de
vida y puede ser causado por agentes externos o por las propias leyes del
deterioro del ciclo vital. El sufrimiento, en cambio, es exclusivo de la
persona humana en razón de la dimensión espiritual que le es propia. Los animales sienten el dolor pero no se sabe
si realmente sufren ya que para eso se necesita, la dimensión espiritual, ósea
a lo que le llamamos alma de la cual los otros seres vivos animales y vegetales
carecen. Para sentir el sufrimiento es necesario la
conciencia espiritual y esta es propia del hombre.
Las
personas o los humanos no sólo siente dolor físico, anímico, psicológico o espiritual,
además se da cuenta de su dolor y lo combina con el sufrimiento preguntándose acerca
del sentido de ese dolor. El por qué y el cómo y cuándo sucedió todo. Cuando sucede esto y se realizan las siguientes
preguntas, es ahí cuando el dolor empieza a ser sufrimiento. Por lo tanto, el
sufrimiento es el componente espiritual del alma y consiente del dolor en
cualquiera de sus formas. Los otros seres vivientes no sienten de esta manera,
ellos solo se basan en el dolor; es por eso no sufren. Hace falta el alma, el
espíritu y la conciencia para poder sufrir.
El
sufrimiento es una gracia, una “oportunidad” de vida, una ocasión en la cual
podemos acceder a lo más profundo de nuestro ser y pensar acerca de nuestra
calidad humana y poder conocernos mejor y ver quiénes somos y qué preferimos.
El
sufrimiento no es el fin de los tiempos ni de la existencia humana, es tan sólo
un medio que tenemos para madurar, aprender y crecer. No existe mortal que no
pase por este camino.
Los
cristianos tenemos que contemplar la sabiduría escondida en el Dios Crucificado,
Jesús al dar la vida por nuestros pecados no solo vivió la pasión, sino el
sufrimiento de cada ser que vive y vivió en este mundo. El sufrimiento de Jesús
nos queda como herencia de la muerte y resurrección que nos reconcilie con las
raíces sumergidas a la vida y poder surgir con esperanza.
CONCLUSIÓN
Para concluir con este ensayo en
el cual hemos hablado del sufrimiento de Jesús vivido en la cruz y de nuestro sufrimiento como seres humanos,
tenemos que saber sobrellevar los problemas que vengan a nuestras vidas,
existen sufrimientos cortos y sufrimientos largos pero cada sufrimiento tiene
solución en la vida con la fe y esperanza debemos curar nuestras heridas.
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